Una vez más los desgraciados de Studio 4°C se encargaron de producir una maravilla de película dirigida por Koji Morimoto. Mindgame, es un largometraje que muestra al mundo una gama de posibilidades creativas además de un abanico de estilos gráficos y técnicas de animación que dejan perplejo a todo el que tiene la suerte de verla.
Mindgame es un viaje al estilo de los directores más trastornados en la industria del cine, surrealista hasta el extremo y no por eso ridícula o trivial (en cuanto al argumento)
Se pueden apreciar diferentes formas de animación perfectamente manejadas, detalle que dificulta a la mente del espectador el cuadrar la atmosfera del filme en una categoría mientras la ve. Es decir, cuando uno ve una película, inconscientemente está armando un rompecabezas que le va dando indicios de qué es lo que verá, drama, acción, algo romántico, etc. Para esto se utiliza la información que el mismo film nos brinda, pero en este caso, la información es tan errática que resulta imposible saber si se trata de una simpe caricatura o de un drama animado, con secuencias de acción acompañadas de una banda sonora sensacional.
La trama de Mindgame es clara una vez vista la película, sin embargo no tiene caso que aquí les cuente debido a que perdería un grado de ese caos con el que nos presentan los hechos, sólo comentaré que la sensación que a uno le queda cuando los créditos finales comienzan, es algo parecido a ver un WTF? Acompañado de un entumecimiento sensorial, y la certidumbre de haber presenciado un torbellino de vitalidad, intensidad y creatividad muy poco común.
Lu.