lunes, 6 de julio de 2009

problemas en el paraíso

Los diseñadores golondrina, ¿un fenómeno social/de formación/o deformación de la profesión?

Antes que otra cosa, mencionaré que este artículo no es necesariamente un estudio sociológico ni mucho menos, es una pregunta que me he hecho los últimos meses al pasar por una "sequía" de diseñadores comprometidos con nuestra profesión que cada día parece mas acercarse a un oficio que a una profesión en toda la extensión de la palabra y concepto.

La migración de empleos en el ramo del diseño va cada día en aumento, me ha tocado la oportunidad de ver una cantidad importante de cv's que muestran una permanencia en empleos de tres, seis y hasta un año en puestos donde supuestamente adquirieron experiencia en diversas áreas, editorial, empaque, ilustración, multimedia, etc. en todos el "compromiso" "creatividad" y las "ganas de aprender" son los puntos que más se destacan de los recién egresados y no se diga en las entrevistas, incluso de los que en su larga experiencia de dos años cuentan con más de 5 referencias laborales, sin embargo todos y cada uno acompañados del respectivo portafolio, solo logran desanimarme y preocuparme al momento de una nueva contratación, pues cuanto compromiso, creatividad y ganas de aprender pueden tener con una rotación tan frecuente, cuanta experiencia real se puede adquirir en un empleo por 3 meses? cuando la verdadera formación profesional se hace fuera de la escuela a base de pruebas, errores, constancia y profesionalismo que solo se forja a través de años de la práctica profesional.

Me queda cada vez más claro que el concepto de "hacer carrera" ha pasado a la historia en nuestra profesión, las ganas y la ansiedad de tener conocimientos de todo para poder satisfacer las necesidades de los clientes y sentir en carne propia el éxito profesional gracias a nuestra creatividad jamás cuestionada, y confianza del cliente en nuestro sano juicio porque "soy el mejor y más creativo diseñador del mundo" es algo que ha sustituido a la constancia, preparación y enfoque que lleva consigo la adquisición de la experiencia, la búsqueda de "el paraíso laboral" que nos prometieron en las universidades y los idealismos del profesorado de la carrera libre y creativa ha orillado a las nuevas generaciones de pseudo-profesionales a la deformación de la profesión, no digo que todos estén en el mismo problema, sería injusto de mi parte calificar a las instituciones educativas con una etiqueta de ese tipo, sin embargo, es claro que el fenómeno de la migración laboral está presente y debería ser parte de la formación académica el orientar a los futuros profesionistas de una manera más adecuada y realista, sobre todo en un país como el nuestro en donde el diseño gráfico sigue siendo un gasto más que una inversión para los clientes.

Ud. mi amigo lector ¿confiaría en un estudiante de medicina de último semestre para que le abriera el pecho o la cabeza o preferiría las manos de un médico que lleva 15 años haciéndolo una y otra vez con buenos resultados gracias a su experiencia?
La respuesta a esta pregunta parece obvia, sin embargo no me deja de sorprender cada pseudo-diseñador que se cuelga la medalla de experto en determinada área cuando únicamente le ha tocado lidiar con ella por escasos 6 meses en un único proyecto.

Otro punto que logró captar mi atención es que la mayoría de los aspirantes a una plaza tienen como meta en un futuro no muy lejano el poder tener su propio negocio de diseño, su despacho/buró/agencia o como prefieran llamarle, recuerdo que en la universidad varios compañeros tenían la misma idea (me incluyo), pero la falta de conocimiento de la gestión del diseño, relaciones laborales y administración empresarial se hacen evidentes cuando a uno le sale lo "emprendedor" y se lanza al mercado contra Sansón a las patadas, con empresas que llevan años desempeñándose formalmente con todo eso que en nuestra preparación no parecía tan importante, ¿que no han notado que los diseñadores tenemos un perfil que se encuentra peleado con el de los negocios? tanto que cometemos errores que parecen aciertos freelanceando y cobrando tres pesos con tal de salir al día mientras encontramos el trabajo ideal...

Como sea les dejo esto a manera de reflexión, es conveniente ir pensando en lo que realmente nos gusta de nuestra profesión, antes que terminemos desarrollándonos en un oficio de diseñadores cobrando por nuestro trabajo como si fuera lo mismo que cambiarle de tapas a unos zapatos viejos. (no tengo nada contra los que se dedican a reparar calzado ok! es solo un ejemplo)

Quejas, observaciones y mentadas a: El Cha

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