Existe algo que se llama delicadeza, en México según mi arrogante humilde opinión la delicadeza es un factor común; somos extremadamente delicados y queremos que así nos traten; sin embargo, no tratamos de la misma manera a los demás. El caso es que una vez más la delicada susceptibilidad del valeroso pueblo mexicano fue aparentemente apabullada ante el público, ahora por una cadena mmm… llamémosle alimentaria mas no alimenticia, que se dedica a vender hamburguesas. Consideremos que la última vez, que escribí pensando en ustedes, afortunados lectores, exhortaba a que reflexionaras sobre los motivos que impulsan a los diseñadores a hacer lo suyo. Bueno, ahora podemos entender que también hay motivos por los cuales NO se debe diseñar.
Podríamos analizar la imagen que obligó a los diputados mexicanos a exigir una disculpa pública debida al indebido uso de nuestros respetados, imponentes, motivadores e intocables símbolos patrios (no todos) en una campaña de reactivación de ventas en España hace aproximadamente una semana, pero la imagen habla por sí misma, yo pienso (por difícil que resulte hacerlo) que dicha imagen ni siquiera es un buen trabajo del diseño publicitario, me parece forzada, tan forzada que obligó a los creadores a obviar la relación de los personajes con un elemento extra, dado que el estereotipo carece de similitud y relación con lo que está representando, y creo que más que denigrar a los mexicanos, denigra por un lado al diseñador (o grupo de) que la realizó y por otro a la empresa que pagó por ella, en fin, me despido porque ya me dio hambre.
Luisito.