miércoles, 21 de abril de 2010

¿Por qué todos nos sentimos diseñadores?

En principio esta es una pregunta un tanto difícil de responder con base en mi propia experiencia en comercialización de medios impresos y de servicios de diseño gráfico y publicitario, es decir, ¿quién tiene la razón, los profesionales del diseño o los que pretendemos serlo?

Como consumidor o emprendedor, “sabemos” que lo que visualmente nos gusta o nos atrae, en general gustará, sin embargo pocas veces reflexionamos que si esa imagen que a nosotros nos parece tan idónea será en realidad la adecuada para transmitir el mensaje que deseamos hacer llegar a nuestra audiencia.

Un diseñador profesional hace exactamente lo que cualquiera de nosotros haríamos, diseñar el mensaje a placer, solo que con una gran diferencia, el diseñador estudió muchos años al respecto, conoce teorías, combinaciones adecuadas de colores, de formas, de espacios y sobre todo, entiende que el mensaje debe ser visualmente atractivo no solo para él, sino para la audiencia a la que va dirigida el diseño. Lo ejemplificaré lo más sencillo posible, ¿realizarías un diseño exactamente igual para vender un auto de $50, que para un auto de $5000?, en teoría es lo mismo, un auto, pero… ¿Qué queremos vender intrínsecamente y a quiénes?





¿Han tenido la oportunidad de conocer a alguien que está por emprender su propio negocio y le parece una excelente idea que el nombre y logotipo de la empresa deben contener las iniciales de los nombres de sus socios, de su hijo (el más pequeño), la abuelita que lamentablemente falleció hace más de siete años para que le de “buena vibra” al negocio desde el más allá?, seguramente así es, o por lo menos han visto algo como esto:




¿De que se imaginan ustedes que es este negocio?... créanlo o no es una empresa dedicada a la refrigeración industrial y no está establecida en algún rincón lejano del mundo donde IARAA signifique algo, está en Latinoamérica.

Si, sé que el nombre puede no significar nada, hay que crear una marca, pero esto es un claro ejemplo de que “todos nos sentimos diseñadores”.

Quiero compartirles algunas imágenes, también de empresas dedicadas a la refrigeración industrial, es notorio que algún diseñador se involucro en cada uno de estos diseños, o más bien, el diseñador dejo que se involucrará mucho el dueño de cada empresa, y como ejercicio, por favor identifiquen las similitudes:





¿En verdad es necesario hacer tan evidente el “frio” en los logotipos?, ¿estas fueron ideas de los diseñadores o de los empresarios?, nunca lo sabremos y quiero dejarlos con el último logotipo de una empresa dedicada a lo mismo y que tiene una importante participación de mercado frente a sus competidores, casualmente, o como bien decía mi mamá, causalmente tiene reconocimientos por la calidad en los productos y servicios que brinda:


A mí me parece que los empresarios decidieron dejar hacer su trabajo a los diseñadores, naturalmente con un buen brief y resultó a lo que en mi humilde opinión es el mejor logotipo de los mostrados anteriormente.

He tenido la oportunidad de presenciar el desarrollo de muchos diseños, diseños de anuncios publicitarios, de anuncios clasificados, de imágenes corporativas, editorial, promocionales, de empaques, etc. En la gran mayoría de las veces siendo el interlocutor entre el cliente y el diseñador, generalmente, aquellos clientes que no tienen idea o noción alguna del diseño gráfico aportan ideas que no son las más adecuadas para el mensaje que desean transmitir, en ocasiones lo entienden y permiten al diseñador desarrollar su mensaje, y en otras, con la firme convicción de “el que paga manda” resulta un diseño carente de claridad en el mensaje, atiborrado de colores y formas raras, por lo tanto, el profesional del diseño solo fungió como acomodador de textos, colores e imágenes a voluntad del cliente por que este último no sabe cómo utilizar el ordenador.

Alguna vez escuché a uno de mis socios, diseñador de profesión, decirle a un diseñador aprendiz: “nunca entregues un diseño que no te guste”, ese me pareció y me parece un excelente consejo, aunque el cliente insista en que su diseño se haga de la peor manera posible, como diseñador se debe de hacer hasta lo imposible para que el trabajo realizado sea satisfactorio tanto para el realizador, como para el cliente y sobre todo para la audiencia a quien va dirigido.

Por otro lado también tengo que reconocer que no todos los diseñadores son profesionales, es decir, realizan su trabajo sin justificación alguna, de prisa y sin tomar en cuenta los “pequeños” detalles que son tan importantes para el cliente. Imagino que así lo hacen por que sienten que son “gurús” del diseño sin en realidad serlo.

Por lo anterior, es muy importante contratar un servicio profesional de diseño gráfico y al momento de hacerlo debemos: Conocer el portafolio de trabajo del diseñador o empresa a contratar, asegurarnos que no solo sea un “buen diseñador”, sino que también sea creativo (que no necesariamente en una empresa dedicada al diseño, el creativo es el diseñador), además tenemos que expresar nuestras necesidades de diseño de la manera más clara posible y proporcionarle al diseñador toda la información que necesite para el desarrollo gráfico de nuestro proyecto.

De algún modo todos somos diseñadores, pero no profesionales. Podemos ser diseñadores de ideas, de negocios y de muchas otras cosas. Con nuestras ideas y bocetos, dejemos realizar a los profesionales del diseño su trabajo en nuestro proyecto, créanme, eso es lo mejor que podemos hacer.



Jorge N.

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